¡Bueno!, por fin puedo añadir algo a este blog.
El pasado domingo día 31 de Mayo, hicimos una Kedada o charlotada, como diría Richard, en la cual un grupo de amiguetes, nos propusimos a realizar el tramo de Ávila a Arévalo del Camino de Santiago del Levante.
Quedamos 17 personas, las cuales fuimos desde Arévalo a Ávila en tren, y es por ello que nuestro buen amigo Germán nos realizó una fotografía, en la cual nos "cuadró" (auque, si bien lo que cuadró fue el anden de la estación).
Ya en la estación de Ávila, se nos unieron un par de amiguetes de Tornadizos, para acompañarnos en la ruta, y antes de empezar, nuestro buen amigo Jorge, nos cargó las pilas con "Gatorade".
Después de hacernos unas cuantas fotos, partimos hacia Narrillos de San Leonardo por carretera,para posterirmente ir ya hacia Cardeñosa por sendas y vallados.
Una vez pasado Cardeñosa, y después de que alguno de nosotros, se equivocase y bajase por una trialera, que luego tuvo que volver a subir, hicimos unabajada por una senda entre encinas, bastante chula, aunque una vez acabada la bajada, tuvimos que hacer turno de espera, debido a unos peregrinos especiales de cuatro patas y con cuernos, por supuesto, Jorge se encargó de nutrir al Pastor con la bebida espiritual de la bota.
Después de una subidilla, la bajada hacia Peñalba, fue kamikace ( si no que se lo pregunten a los peregrinos que iban andando).
LLegamos a Gotarrendura, donde hicimos una parada técnica, y alguno demostró que su abuelo bebía en bota, y que le enseñó.
Salimos hacia Hernansancho, hacia Bohodón, Tiñosillos, y nos adentramos en el pinar, ... y aquí empezó lo bueno. el amigo Carpizo, pinchó, y resultó que no llevaba llave, con lo que le ibamos dando aire de vez en cuando, para que aguantase hasta los merenderos, pero, nuestro buen amigo Ignacio (alias "el colombiano"), que se vé que está sobrado de fuerzas, se ofreció "voluntario", para cambiar la bici, y nos dió un buen arreón, y llegó al avituallamiento, esplendoroso y pletórico de fuerzas, con una bici pinchada, y entre un montón de tierra.
Y que decir del avituallamiento, ... sin duda lo mejor, y aunque los méritos se los llevó Miguel Pedro, todos sabemos que fue su "parienta" la que lo montó.
Finalmente hubo un pique sano, que nos hizo ir en fila de uno, y al llegar a Arévalo, el pesado de Lucio, hizo hacerse una foto en el Castillo de Arévalo, bueno, en realidad fueron varias ya que no controlaba la tecnología de la cámara fotográfica demasiado.
Os damos las gracias a todos, y esperamos repetir, de vez en cuando.